La Declaración de Las Terrenas

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Regreso al Paraíso: Apoyo a La Declaración de Las Terrenas

Distinguidos Señores: Acojo con entusiasmo la propuesta de ayudar a restaurar un "SAMANAVERDE", tal como Dios lo creo, como lo conocí cuando estaba pequeño; entonces la alfombra verde llegaba hasta el mismo pueblo; entonces no teníamos depredadores; y nadie se atrevía a proponer y discutir a nombre del desarrollo, la destrucción del patrimonio social de todos, con promesas peregrinas; entonces teníamos munícipes que enseñaban a sus descendientes a proteger los bosques y la fauna marina:

Recuerdo que todas las tardes íbamos a visitar a los bisabuelos, Miguel Mercedes y Pilar Ciprián, especialmente en los tiempos de mango y naranja, y el, luego de repetir a todos los muchachos presentes, que estaba permitido recoger los frutos que cayeran y usar una vara para tumbarlos, nos decían que no estaba permitido subirse a las árboles y mucho menos tirar piedras y palos, y nos explicaban las razones.

Si íbamos a pescar en la orilla del mar, al río, o en una yola acompañados del tío, Papito Coplin, siempre vigilados por una persona mayor, se nos hacia devolver a su medio a todos los peces menores de lo que llamaban una cuarta, que era medida con la mano abierta y equivalía a la distancia entre el extremo del dedo pulgar y el meñique. También se nos inducía a ser cuidadosos con la captura de especies hembras en los periodos de postura, para permitir la reproducción de la especie.

En tiempo de ballenas, los delfines entraban en la rada del puerto, y cuando las ballenas viajaban hacia Sánchez, los botes de motor paraban sus maquinas para no lastimarlas.

En otras palabras, la comunidad era consciente del valor de su entorno y solo usaba lo necesario para garantizar su subsistencia. El samanés vivía en armonía con la naturaleza.

También el Ayuntamiento y la comunidad, con la colaboración de las Iglesias, especialmente la hoy Evangélica Dominicana San Pedro, se ocupaba de ayudar en el mantenimiento de los caminos vecinales.

Me disculpan, que me dejara llevar por el recuerdo de días idos y condiciones y situaciones que ya no existen, debido a que en algún momento se paro la transferencia de información ínter generacional.

Es tiempo de acción. El contenido de la página esta bien seleccionado, es muy completo y direcciona a otras fuentes de información de manera precisa. Podría motivar a cualquier persona y/o estudiante a abrirla. Propongo crear alianzas con organizaciones comunitarias y escuelas de la península, el litoral de la bahía y la Zona del bajo Yuna, un voluntariado de estudiantes y maestros. En otras palabras, restaurar la enseñanza de la protección del medio ambiente en la comunidad de familias.

Finalmente, deseo decirles a nombre mío y de la organización que me honro en representar, Asociación de Samanenses Ausentes, que no solo estaremos con ustedes en marzo, sino que acogemos todas las ideas propuestas y las promoveremos entre las familias que participan en los programas socio-educativos vía la organización de las escuelas de familias.

Atentamente,

José A. Hamilton Coplin, Pte. Asociación de Samanenses Ausentes Inc.